Cartografía de fuego
Podías encontrar la música interna de las piedras
dejando caer una gota de agua
a la altura e instante propicio de la noche.
Las piedras solo despiertan al silencio nocturno.
Esa era tu labor
tu ánima se refulgía de vientos subterráneos
cuando ya cansado de estos y aquestos parajes
no reconocías ningún faro en la niebla
ni había medio-día alguno que te haga vacilar
por este mundo o el otro.
Me dijiste: las piedras tienen un nombre oculto
reservado para el implacable juicio del polvo
luego te fuiste
por esos senderos de raíces
Una piedra
negra
sobre el
agua
solo
produce silencio
más abajo
la lengua se invierte
y acaba
como esas brasas ocultas en el musgo
listas
para la lumbre.
Los senderos del silencio
tejen el peligro del presente
la disolución absoluta de los gestos
ese lenguaje tan profundo
por el cual pocos descienden
Hay un rincón en especial para ti, decías,
no es la marca de nacimiento
ni la palabra que pueblas quien te lo depara
está en la ausencia de tus sentidos
la cartografía de fuego
donde encontrar esa lumbre
que de lleno te volverá morada.