Buenos días, o buenas tardes, o buenas noches

Saludos. El presente blog busca funcionar como plataforma para dar un acceso libre y gratis a mi obra. Para quienes les interese pueden visitarlo periódicamente, pues semana a semana voy a subir nuevo material.
Se agradecen los comentarios y la difusión.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Rutas




I

Los objetos pierden su objeto.
Pero aún la lluvia humedece la flor
y la flor se deshoja al viento.

II

El afuera es otro espejo
pero aún jugamos a reinventarnos en un afuera
que no deja de ser este adentro.

III

La velocidad de los días
se contiene en la contemplación
de las aves que entrevuelan los árboles.

IV

Los ojos se abren y cierran
con el breve sonido
de la lluvia sobre el charco.

V

Bajo la lluvia, un ave
persigue la primavera
y sueña volverse lluvia.

VI

La nave que avanza junto al atardecer
deshace el mar en pequeñas olas
que arrastran mi cadáver: todo es noche.

VII

La escarcha cubre el pasto
cual ángel le revitaliza
y vuelve al viento, siempre al viento.

VIII

La lluvia toca sus notas
sobre el cántaro lleno
de universo.




martes, 25 de octubre de 2016

Muestrario 573



La repetición, otra vez la repetición
luces intermitentes que marcan el compás del tiempo
la respiración acelerada
los zapatos desatados
y un tintineo en la mandíbula
imágenes rehechas de algo ya rehecho
viviendo de fragmentos
en una época en que la evasión de ella es su signo más propio
sólo tenemos preguntas en un gran fondo blanco.

Cuerpos que avanzan metódicamente como una procesión
mas sólo los animales velan a sus muertos.

El azul periférico como un botón descocido
nácar y cristalización
viruta y agua de lluvia.
Estar asqueado es un signo favorable
arrastrado a estos horarios e instituciones,
en la periferia azul
hay hilos que cierran el laberinto
y arboles
y silencios
y ningún espejo
ningún espejo.



sábado, 15 de octubre de 2016

La extensión del espejo




La navaja con caparazón blanquecino,
color hueso,
surge completa como una extensión de mi mano
su hoja cual espejo
va viaje a viaje
junto al azul tormentoso del mar
transporta naves que se ondean en el oleaje
y aves que huyen de su peligrosa tarea
en sus movimientos se introduce
lentamente a través de la corteza.

La costa se llena de amargos viajeros
que encallan a tierra firme
mientras las naves se deshacen.
La navaja sigue su faena
inmersa ve en sí misma
el camino hacia la noche.

Se tiñe de la luz última
que desde el mar estalla en su hoja.
La luna se adueña de su labor
y la savia que escurre toma un color a sangre.

En la penumbra
la perfecta silueta ya forjada
comienza a volverse tosca
los dedos y la madera se confunden
entre un plateado fluir
que llena los rasgos.

Bajo la oscuridad absoluta
ambos nos parecemos
con un tono metálico
mi cuerpo se pierde
y la filosa huella de la luna
desdibuja
esculpe
                        fríamente mi rostro.




lunes, 10 de octubre de 2016

Cuadro en reposo 4



No sabría explicarlo,
sólo sentía cuan perturbada me deja su mirada,
un pájaro azul le desordenaba el cabello
en esa desgastadora repetición.

Se lavaba las manos a cada rato
incluso mientras dormía
insomne se dirigía al baño y cumplía su cometido
qué necesitaba limpiar,
cuánto acecho en esa mancha,
una y otra vez hasta gastar sus huellas
hasta aniquilar cualquier rastro de sí mismo
capa tras capa de manera frenética.

Lo vi un día raspar la palma de sus manos 
con una escobilla, la piel y la sangre caían sobre el pavimento
una sonrisa angustiosa se le dibujo
lagrimas incontenibles se vertían como golpe de tambor.

Insomne va marchando por esa huella de luz
con las manos lustrosamente desolladas.



jueves, 6 de octubre de 2016

La hora del té.



Se sienta cada tarde al momento del atardecer a beber una taza de té cual acto ritual, se dice que un ritual es una repetición, pero eso deja fuera la variante que implica su acción reiterada, la cual con cada nueva oportunidad afecta los elementos que se van compenetrando entre ellos y su dialogo se vuelve cada vez más parte de sus cuerpos

Su vestimenta es siempre la misma, una bata de color azul, nada más que una bata color azul, la cual con el tiempo guardaba las lentas imperfecciones del deterioro que le dan mayor profundidad. Cada taza de té tenía una leve diferencia de las otras, ya sea en la cantidad de hierba, en la temperatura del agua, en el tiempo de reposo, en la humedad del ambiente, en la suavidad de sus dedos con que manipula las hojas de té, en el aroma de su respiración cuando bebe o en la cantidad de amarillo de los árboles del jardín.

El acto es de un deleite absoluto, el cual esta aumentado por la espera de 24 horas que exigía. Desde el frente un par de ojos mudos le observan con atención cada día, mientras simulan leer un viejo libro para guardar la apariencia, dos balcones reproducidos como espejos, el actuante y quien contempla, jamás era posible dilucidar quien estaba allí al servicio de quien. Una obediencia absoluta les hacía permanecer hasta que ambas acabaran su actividad, el tiempo de contemplación es su dialogo, un puente inquebrantable de silencio.

Al principio los tiempos no coincidían, pero con el paso de los años el arribo a la escena era de una precisión de reloj, la actividad estaba totalmente establecida, primero entraba Anastasia con su libro y esperaba de pie, al aparecer con su bata azul, la bandeja y tomar asiento, Anastasia procedía a sentarse y cubrir su rostro con el libro, quedaba allí quieta, la acción completa era de parte de quien bebía, no había bocado ni brebaje disponible en el balcón del frente. Las miradas jamás se cruzaban, pues para la bebedora solo existía su taza de té, mas para Anastasia solo existía la bebedora, la libertad de ambas era absoluta, nadie tenía que regirse por norma alguna ni estar en lugar alguno más que en dicho ritual, hay religiones que nos arrojan sombras y sortilegios, mas acá lo sacro esta al nivel más puro, ajena a toda institución solo existen dos cuerpos concurriendo a su libertad.  



domingo, 2 de octubre de 2016

Claro de luna


                                   A Aluen

El universo son todos los planetas
me dice un niño mientras vuelve un pequeño caos su comida
el si sabe cuál es el orden propio de las cosas
puede hacer trampa al tiempo
y medir lo claramente importante
la profundidad de los cuerpos
el puente de hilos que los conecta.

He andado leyendo la lluvia
persiguiendo con el dedo las paginas por tantas respuestas
insistir en categorías y arquitecturas
que más nefasta inutilidad del cuerpo.

Salir de esto, abrir el puente
salvarnos con alguna llave que abra todas las puertas
asomarse a ver el jardín
y saltar y saltar
y jugar a ser niños nos salva la vida.