Buenos días, o buenas tardes, o buenas noches

Saludos. El presente blog busca funcionar como plataforma para dar un acceso libre y gratis a mi obra. Para quienes les interese pueden visitarlo periódicamente, pues semana a semana voy a subir nuevo material.
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sábado, 24 de diciembre de 2016

Epitafio L




Atrás ha quedado la nieve
los arboles pálidos por la ceniza
el potrillo herido en los alambres de púas
tu nombre en los obituarios
el fuego de tu sexo.

Atrás ha quedado el silencio
: ese dios del sentido.
Atrás ha quedado la lluvia que nos sorprende
desnudos en la playa.

Ya cierro los ojos
en esta habitación blanca.
Veo las mascaras rojizas
la luz colarse por las ramas del abedul
un bosque dentro de otro bosque en sus hojas
la ola de los días
acabar sobre la lengua en el paladar.




viernes, 16 de diciembre de 2016

6




Quisiera ser el coordinador de esas aves
que con su aleteo oscurecen el cielo
y obligan a detener la lectura en esta habitación.

La contemplación de tus rasgos cesa
los ojos ven en la memoria
un blanco tintineo de agua.

Las aves giran hacia su revés
y el día nos regala su lluvia
el silencio de los grillos adormecidos
el olor húmedo de la hierba
que guarda como un manto toda la historia
las banderas ensangrentadas
los cadáveres olvidados
el desconsuelo de alguna ventana lejana
donde la lluvia
obliga a detener la lectura
de la carta fúnebre.

Los ojos se cierran
y se puede ver como una claridad sobre el rocío
el cadáver, hundido en la frescura de la hierba,
con su expresión de espanto
desfigurada por las mordeduras de las ratas.



jueves, 8 de diciembre de 2016

Epitafio 589




Un nuevo día en la calle
que ha sido otra derrota
las luces de neón ya inundan la ciudad
y no hay paraíso ni jardín
donde la lluvia nos devuelva la infancia.

Querían que seas algo que no puedes ser
por eso saltaste al otro lado de la vida
entre la miseria y el desahucio
estatuas de yeso descascarándose
tu vestido roto manchado de sangre
la felicidad es una época lejana
hundida en el mar del olvido.

Un poco más abajo
tu cuerpo se llena de los colores del encierro
la penumbra que a tu andar deslizas
quietud, quietud
la sangre te llama
no escuches la música del cuchillo
altura en la cornisa de tus ojos
mas no preocupes
todos habitamos en estos tiempos un precipicio.