El
mundo explota
sin
hacer el menor ruido.
Cae
la mascara
y
quedas frente a ti misma
te
sientes observada a través del aire perforado.
Un
vidente agota su respiración
lentamente
en el frio de la calle.
Hechos
tan importantes se suceden
como
lagrimas en la lluvia
confundidos
en la vertiginosa historia
sin
jamás ser oídos o dichos
como
tantas cosas
van
a quedar en ese estadio íntimo y silencioso
perdiéndose
para siempre
en
la oscura bruma del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario